Things I've lost in the Fire of Asgard || Sian's ID ||

Si hay algo que puede describir a la perfección a esta mujer es la palabra “responsabilidad” y “perfeccionista” pues las Valquirias tienen la fama de ser bastante protectoras con lo que les pertenece o con lo que les rodea y se dedican a hacer un buen trabajo en lo necesario.
Sian siempre fue una mujer desafiante a los hombres e independiente, dado a que siempre quiso demostrar que no necesitaba ayuda de los hombres para manejar una espada y un escudo. Tiene un buen sentido el humor y le encanta mirarle el lado positivo a todo, siempre anda con una buena vibra aun esté en los peores momentos de una guerra. Su sarcasmo puede ser un tanto hiriente como gracioso, dado a que va acompañado de su carácter fuerte por el cual la mayoría de las veces puede resultar algo incómodo y ofensivo para la naturaleza de cualquier humano.

Tiene un sentido de justicia bastante fuerte, aunque con su corta memoria en su nuevo cuerpo lo mantiene reservado por el momento ya que piensa que lo de jugar a superhéroes puede ser dañino y prefiere dejar eso a manos de Los Vengadores, aunque a veces se le sale esa vena de justicia fuera de control y hace lo que puede mientras no sea vista o entrevistada.  Trata de evadir cualquier relación amorosa ya que le teme a esto y su capacidad de poder ser buena pareja. Tiene una leve adicción al alcohol y parece nunca entrar al estado de embriaguez por su sentido vikingo o al menos tarda en emborracharse. Es feminista en su debido tiempo y cuando se propone a hacer algo no vacila en hacerlo aunque le tome mil años. Insistente como ella no habrá nadie, a pesar de ser toda una mujer hecha y derecha a veces su inocencia la delata de que no es de este mundo y cuando se enoja no le ríe las gracias a nadie y se vuelve más sincera de lo usual con fines de lastimar a la persona que ha sido protagonista de su enojo. Sabe escuchar a sus colegas y cuando se trata de sacar su super fuerza o poderes de sanar lo hace sin pensarlo dos veces con tal de no ver a nadie morir a no ser que la persona lo merezca y sea hora de su descanso eterno.

Valkyrie

1000+

Doctora

Nordica

Asgardiana

Heroes

Katheryn Winnick

Desde pequeña creció como una asgardiana común y corriente, con la excepción de que esta no era una niña regular como las demás, de las que soñaba con ser una princesa en apuros y ser rescatada por un vikingo de brazos fuertes. Al contrario, Sian, o como le conocían en Asgard, Brunhilda, demostró una llama a la aventura y a la responsabilidad que despertó el interés en Odin y creó un gran escándalo entre los demás hombres de Asgard. Siendo así, comenzó a ser entrenada entre guerreros y sus agallas y sabiduría la llevaron lejos, al nivel de derrotar al joven Thor y dejarlo en ridículo frente a otras feminas. Así fue como la amistad entre el joven Loki, Thor y Brunhilda, junto a la joven conocida como La Encantadora comenzó. Pues siendo un pequeño grupo aun así querían sorprender a Odín para ganar un buen puesto en Asgard y ser admirados…o al menos eso era lo que quería el joven Thor. Brunhilda viendo el coraje de él joven y que al final este no era lo que aparentaba ser, se sintió atraída por el príncipe de Asgard. Al descubrir dichas intenciones, ella decide alejarse de él y olvidarse de ello, ya que pensaba que esto podía ser tanto una desventaja como un punto débil para poder alcanzar su victoria como una guerrera fiel a Asgard.

Brunhilda fue seleccionada por Odín, para liderar a las Valquirias, un grupo de diosas guerreras que aparecerían en los campos de batalla de los mortales que adoran a los dioses de Asgard y eligen cuál de los caídos eran dignos de ser llevados a Valhalla, la tierra de los muertos con honor. Brunhilda sirvió hábilmente en esta capacidad por siglos, dejando sus sentimientos hacia Thor a un lado y dedicándose más a las guerras y a darle el descanso merecido a aquellos guerreros honorables después de una larga batalla.

De acuerdo con un ojo sensible y sin cuerpo que decía haber pertenecido una vez a Odin, el monarca de Asgard una vez le dio a su hijo Thor la identidad mortal del guerrero Siegmund. Las circunstancias obligaron a Odín a decretar que Siegmund debía ser asesinado. Brunhilda, reconociendo que Odín estaba actuando contra sus verdaderos deseos, buscó proteger a Siegmund, pero el propio Odín causó después la muerte de Siegmund. Brunilda ayudó a la amante embarazada de Siegmund, Sieglinde a llegar a un lugar seguro. Como castigo por su rebeldía, Odín removió los poderes y la inmortalidad asgardiana de Brunilda y la hizo entrar en trance. Finalmente fue despertada por Siegfried, hijo de Siegmund y Sieglinde y el mismo príncipe de Asgard…Thor, en busca de victoria en contra de los elfos oscuros para ese tiempo.

Brunhilda y Thor llegaron a un acuerdo en el cual ella tendría que cubrirle la espalda a cambio de que este convenciera a Odín a que le regresaran sus poderes de Valkiria. Al cumplir con su trato, Odín le regresó sus poderes asgardianos, pero eliminando sus recuerdos sobre la amistad que tuvo con los príncipes, Loki y Thor. Ella volvió a prestar sus servicios como líder de las Valquirias sin fallarle esta vez a Odín.
Brunhilda y sus compañeras valquirias continuaron reuniendo guerreros mortales heroicos para Valhalla hasta hace aproximadamente un milenio, cuando Odín se vio obligado a terminar prácticamente toda interacción con la Tierra, de acuerdo con un pacto que él y los líderes de otros panteones de dioses hicieron con los extraterrestres Celestiales. A partir de entonces, las valquirias sólo podían elegir héroes muertos de entre los guerreros asgardianos caídos. Brunhilda estaba amargada por haber sido excluida de elegir guerreros de la Tierra y vagó por Asgard en busca de algo significativo que hacer. En una taberna en las afueras de Marmoragard, Brunhilda encontró a Amora, una antigua compañera la cual no recordaba, a la mujer que conocían como la Encantadora, quien le ofreció una vida de aventuras. Durante varias semanas Brunhilda acompañó a la Encantadora en sus conquistas. La Valquiria no tardó en descubrir la naturaleza inmoral de Amora y trató de poner fin a su asociación. En respuesta, la Encantadora atrapó a Brunilda dentro de un cristal místico de las almas. Mientras que el cuerpo de Brunhilda permaneció en animación suspendida, su alma inmortal se convirtió en el juguete de Amora. Durante siglos, la Encantadora utilizó la esencia espiritual de Brunhilda para darse a sí misma o para sus peones los poderes de Valquiria.

La primera vez que la Encantadora asumió el aspecto físico de Brunhilda en años recientes fue en un plan para liderar a un puñado de mujeres superhumanas contra los Vengadores hombres como las Liberadoras. Su verdadera identidad fue descubierta y su plan frustrado gracias a la locura de la Valquiria después de estar atrapada en otra dimensión mística enviando a La Encantadora a otra dimensión hasta ser encontrada por los Asgardianos y mantenerla en prisión por siglos.

Volviendo a colocarse en su puesto de victoria Odín colocó a la diosa peligrosamente poderosa autoproclamada Dragón Lunar a cargo de Brunhilda. Brunhilda debía enseñarle a Dragón Lunar humildad, y Dragón Lunar sirvió junto a Brunhilda en los grupos de defensa de Asgard dándole la oportunidad a la Valquiria de poder hacer lo que más le gustaba. Brunhilda fue a tomar medidas contra Dragón Lunar si volvía a ser una amenaza. Eventualmente Dragón Lunar se reformó, pero más tarde cayó una vez más bajo la influencia malévola de la entidad alienígena llamada el Dragón de la Luna. Dragón Lunar atacó a los Defensores, pero Brunhilda, dotada de poderes adicionales temporales por Odín para esta ocasión, se le opuso. Brunhilda dirigió otras valquirias en esta guerra y junto con otros dos Defensores de Asgard, el Ángel y Nube, derrotaron a Dragón Lunar junto a su ejército, pero no lograron capturarla.
Brunhilda fue asesinada por Laufey al intentar traer un voto de paz. Esta quedó en el olvido, sin rituales algunos como se le dedicaban a los vikingos. Luego fue traída a la vida por el Doctor Extraño, ahora en el cuerpo huésped de una mujer conocida como Sian Bowen, caminando entre humanos en la Tierra (Midgard) con memorias las cuales aún desconoce y desconfía sobre si son ciertas o no. Asiste con regularidad a terapias con el Doctor Extraño para ver si las memorias que tiene no son solo producto de su imaginación y poder controlar sus poderes como Valquiria.